viernes, 20 de marzo de 2009

El efecto de la noticia

En enero del 2008 se desató la noticia de que Estados Unidos había entrado en recesión. ¿Qué pensaste? No, no pasa nada, Estados Unidos no puede estar en recesión, ¡es el país más poderoso del mundo! Le diste tiempo al tiempo para que te informaran de lo contrario, de que todo había pasado y fue una falsa alarma.

Pero no era broma. Meses después se empezó a sentir la crisis, nos informaron de la quiebra en los bancos y la pérdida de valor en las residencias americanas. Desempleo, aumento en impuestos, devaluación de nuestra moneda. Nada estable.

Ahora sí, la mayoría corre pidiendo ayuda de empresa en empresa, queriendo trabajar. Deudas bancarias, vendes tu casa, tu coche, ¿qué sigue? Pues trabajar, porque la crisis ‘pa los que no trabajan. El problema es ese, que para muchos no hay trabajo. Sin embargo, cuando comenzó la noticia no hubo mucha alarma, y ahora que un cuarto de mundo se queja, todos lloran.

Lo increíble que informaron se hizo realidad. Ahora lo comentan día y noche, sin descanso, no hay otro tema que no hable de lo mal que estamos. Entonces ahora piensas, “Sí, estamos en el hoyo”. Porque como en los periódicos consume la mayoría de las páginas, en la televisión ahoga los noticieros y en la radio abundan los comentarios, la crisis, ahora sí nos lleva con ella.

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